El pasado sábado 17 de noviembre, escuchando el programa “No es un día cualquiera” de RN1, Manuel Campo Vidal contó una historia de esas que, alguien a su vez, había recibido, leído o escuchado de otro:
Cierto día, al terminar su horario, el trabajador de una planta empacadora de carne en Noruega se acercó a uno de los refrigeradores en el último minuto. Quería inspeccionar algo, con tal mala suerte que se le cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado allí. Empezó a gritar pero los demás trabajadores ya se habían marchado. Aguantó desesperado durante cinco largas horas, convencido de que iba a morir sin remedio. Read more