Ruido. Voces molestas, risas estridentes. El tráfico y los conductores impacientes que creen desahogarse tocando el claxon o gritando. Obras, obras y más obras (y no de teatro, precisamente). Tiendas de ropa que parecen vivir en un afterhour eterno. Música sonando en los móviles como discotecas andantes, gente hablando por el móvil y aireando sus asuntos hasta incluirte sin preguntar. Máquinas de la limpieza paseando a horas intempestivas por el centro de la ciudad, que te despiertan a media noche, que te ensordecen sin dejar que puedas seguir con tu conversación, que contaminan con el ruido y la energía que consumen mucho más de lo que limpian. Todo eso y mucho más, es ruido.
Hay un tipo de ruido que nace de datos mal aprendidos, de falsas realidades asumidas inconscientemente y, a veces, de la simple ignorancia. El pasado sábado 16 de marzo, en el programa de Pepa Fernández en Radio 1 “No es un día cualquiera”, el debate de turno estuvo relacionado con la estética. En un momento dado, una de las contertulias, María Díaz, hizo referencia a la película Freaks. La parada de los monstruos, apostillando que era –la película de Murnau-. Inmediatamente, intenté ponerme en contacto con el programa vía telefónica, dado que ofrecen la oportunidad de participar y quería corregir quién era en verdad el director de dicha película. Nadie contestó al teléfono, imagino que porque la tertulia estaba a punto de acabar y ya habían dejado de recibir llamadas, así que me dispuse a colgar el comentario en el muro de Facebook; no hizo falta, otra oyente se había adelantado. Esperé a ver si la presentadora o algunos de sus colaboradores corregían el equívoco, pero no fue así. No pude acabar de escuchar todo el programa, pero imaginemos por un momento que pasaron el dato por alto y que, alguien que no sabía nada acerca de la citada película, memorizó la información de manera incorrecta. Es posible que desde ese día, alguna o algunas personas hayan empezado a creer que fue Murnau, y no Tod Browning, quien dirigió la película Freaks, un dato quizá insignificante para alguien, pero no para Browning.
Hace cosa de unos meses, estuve viendo en clase temas relacionados con encuentro entre diferentes realidades socioculturales, convivencia y conflicto intercultural. En uno de los comentarios que l@s alumn@s entregaron sobre estos temas (y teniendo en cuenta su edad, 18 años, y el lugar en el que se encuentran, primer curso de un grado universitario), pude encontrar la siguiente reflexión: Read more