ÉTER Y GASAS
Entre la lluvia afilada y el fango pegajoso, sus manos, inútilmente protegidas con unos guantes transparentes, rescatan una muñeca semienterrada donde hasta hace unas horas estaba el cadáver. Es vieja, está hecha de cartón y su cara desfigurada le mira atemorizante. Los gusanos acampan dentro de su cabeza, enredados en su pelo muerto, antes rubio. Se mueven discretamente mientras comen los restos de lo que fuera un vestido de flores. Él, con bata, lupa y linterna, trabaja afanoso, entre la responsabilidad de ayudar a resolver el drama ocurrido y el placer que le reporta la simple observación de un mundo en miniatura, tan pequeño como poderoso.
CORTE Y CONFECCIÓN
El barbero frustrado que heredó la sastrería de su padre,…, nunca le coge los bajos a alguien que sufra alopecia,…, cose mal los botones de quien se hizo la depilación facial,…, y cuentan por el barrio que, más de una vez, ha olvidado alfileres -por casualidad- en las camisas de aquel que vive debajo de un peluquín.
POSTRE Y CAFÉ
El postre no le sentó bien; el café, peor. ¿Una mesa maldita? Si lo llega a saber pide medio menú. Igual, ahora, solo estaría medio muerto.