HOSTAL TOKYO
El cuerpo todavía caliente. Su larga melena negra alfombrando el suelo, antes gris, ahora rojo. Y la cabeza -separada del cuerpo- piensa. Se pregunta por el motivo que le llevó a decidir quedarse en aquel hostal. Y se ofusca. Le enfurece la evidencia de que ya nunca podrá reclamarle a la agencia de viajes la devolución del importe por publicidad engañosa.
PENSIÓN TOKYO
Check in: tras sortear un mar de gente que arrastra carritos de la compra, la viajera cruza la puerta de la pensión. Una vieja vestida de luto y despeinada, comprueba el DNI de la viajera y tacha su nombre en una lista escrita a lápiz.
Check out: tras chocar su maleta con varios carritos que, de madrugada, siguen rodando calle arriba y calle abajo, la viajera abandona la pensión y enfila camino hacia el aeropuerto. Al pasar el escáner de seguridad, su maleta es confiscada por tráfico de chirimoyas.
HOTEL TOKYO
A la mujer en viaje de negocios a quien, por error, le dieron la mejor suite del hotel, todavía la está buscando su familia.
Me suena, me suena….Muy chulos!
Me gustaron 🙂
¡Tan breves y tan llenas de vida!Sólo unas frases y ya veo a estas tres mujeres desfilando en sus vidas.
Chulísimos! Casi que cuanto más breves, mejor. Más!!
Lúgubre y tenebroso, muy de «Todos los santos»…..